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Los espacios donde las personas se expresan, comparten y construyen su identidad no son vitrinas, son ecosistemas culturales en los que el lenguaje, los códigos y las dinámicas importan.
Aquí, los fans no solo observan, sino que participan. Construyen. Se convierten en partes activas de los universos que aman. Por eso, cuando una marca realmente toca esa fibra emocional, con respeto y autenticidad, no solo gana visibilidad, sino que gana lealtad. Y cuando algo realmente se conecta aquí, se convierte en conversación. Tendencia. Ritual

La entrada no es con un logotipo gigante, sino con gestos que hablan su idioma, respetan sus códigos y añaden un valor real a sus rituales. Se trata de colaborar, no de colonizar. Encontrar la manera de que la marca contribuya sin robarse el protagonismo, de conectar sin fingir pertenencia. Se trata de mejorar un fandom que ya está construido, no de intentar liderarlo

Hoy en día, las marcas sin grandes presupuestos para influencers están descubriendo el poder de los microinfluencers: creadores de contenido con audiencias más pequeñas pero muy participativas. Los microinfluencers tienden a generar una participación significativamente mayor que los perfiles a gran escala. Estudios recientes muestran que los microinfluencers (que suelen tener entre 1000 y 100 000 seguidores) pueden alcanzar tasas de participación medias cercanas al 7%. Eso supone hasta un 60% más de engagement que los influencers más grandes, gracias a la confianza y la cercanía que mantienen con su audiencia. Una campaña bien ejecutada con un perfil de 100 000 seguidores puede arrojar mejores resultados que una inversión de un millón de dólares centrada en llegar sin una conexión genuina.
En países como Perú, México, Guatemala y Ecuador, las marcas se están ganando la confianza del público al apostar por contenido auténtico y voces reales. En una era en la que las audiencias se saltan los anuncios tradicionales y buscan relaciones honestas con las marcas, los microinfluencers están reescribiendo las reglas del marketing. Las marcas que entienden este cambio están logrando lo que muchos consideran el «santo grial» digital: mantenerse relevantes, generar conversiones sin ser agresivas y construir una comunidad a través de la cercanía.
En un panorama saturado de anuncios y mensajes, los microinfluencers se han convertido en las voces más confiables e identificables. Con comunidades que van desde 1000 hasta poco más de 100 000 seguidores, logran un equilibrio poderoso: alcance suficiente para crear impacto y una conexión profunda y auténtica con sus seguidores.
A diferencia de las celebridades de renombre, su contenido no parece un anuncio pagado, sino una recomendación genuina. Son expertos en la materia, chatean con sus seguidores y comparten experiencias vividas, haciendo que sus publicaciones parezcan consejos confiables de un amigo. La asociación con micropersonas influyentes permite a las marcas integrarse de forma natural en la vida de las personas, desde dentro de las comunidades, con contenido que inspira confianza, afinidad y facilidad de identificación.
Ahora, veamos cómo esta fórmula ya está produciendo resultados reales en países como Perú, México, Ecuador y Guatemala.
El contenido que realmente funciona es del tipo que parece real: sin filtros, sin guiones y nacido de momentos cotidianos con los que el público puede identificarse. Las marcas que entienden esto han creado campañas memorables al adoptar lo simple pero poderoso.
Tomemos como ejemplo a creadores como Christydinatali, Chocochifle.show y Alisson.gonzaleezz, que utilizan un humor irónico y un estilo personal inconfundible para ofrecer perspectivas nítidas y sencillas. Sin grandes presupuestos de producción, respondieron de manera auténtica y personal a campañas como «Los chanchos vuelan» de Burger King, en la que la marca presentó su nuevo sándwich Bondiola King a domicilio mediante drones. El resultado: comentarios reales y un alto nivel de participación. Nada de celebridades, solo microinfluencers que comparten su amor por la carne de cerdo y la parrilla.
Otro caso destacado fue la campaña «Temporada de invierno» de Tottus. En lugar de los modelos tradicionales, la marca eligió a microinfluencers para presentar su nueva línea de ropa. El contenido parecía tan real y accesible que se viralizó de forma orgánica, lo que provocó una ola de vídeos generados por los usuarios mostrando con orgullo sus atuendos. El impacto se extendió más allá de la participación: se tradujo en ventas.

De hecho, en el primer trimestre de 2025, una plataforma de marketing de influencers conectó a 716 microinfluencers con varias marcas, generando más de 342 millones de impresiones, 34 millones de me gusta y 459 000 veces compartidas. Marcas como Tottus, BCP y Kotex obtuvieron ganancias notables en visibilidad, tráfico y conversión digital gracias a estas colaboraciones.
Perspectiva clave: En Perú, la autenticidad impulsa una conexión real. Cuando las marcas adoptan contenido sin filtros y trabajan con microinfluencers, no solo llegan a las personas, sino que se ganan su confianza. Lo que es cotidiano, espontáneo y genuino permanece más tiempo en la mente y el corazón de las personas. Porque aquí, lo que se produce puede llamar la atención, pero lo que es real despierta emociones. Y esa emoción es la que convierte.
El contenido que realmente resuena combina la relacionabilidad, el humor y una profunda pertenencia cultural. Y si hay algo que cautiva al público latinoamericano, es una anécdota bien contada: esas historias cotidianas que no parecen contenido de marca pero que, en las manos adecuadas, incorporan productos a la perfección sin sentirse forzados.
Un ejemplo sobresaliente es Carlos Zacu, un microinfluencer en ascenso que ha conquistado a miles de personas con su narración cruda y humorística. Se basa en experiencias personales, momentos difíciles y anécdotas con las que puede identificarse. No tiene miedo de reírse de sí mismo ni de impresionar a su audiencia con verdades vulnerables. Gracias a su autenticidad, marcas como CeraVe, Garnier
México, Dove Men y LaLiga han confiado en él para llegar a nuevas audiencias. Su trabajo no es solo contenido, es una comunidad construida desde el corazón.

En eventos recientes, como la Copa América de 2024 y los Latin Grammy, TelevisaUnivision activó a 16 personas influyentes, en su mayoría microinfluencers, para campañas que alcanzaron 41,6 millones de reproducciones de videos y 3 millones de interacciones, lo que generó un ROI estimado de 4 a 1 y un costo promedio de solo 0,0045 dólares por visualización.
Perspectiva clave: En México, la narración emocional basada en la identidad y el humor locales es el puente más fuerte entre la marca y la audiencia. No se trata solo de contar una historia, sino de contarla como lo haría un amigo: con calidez, ingenio y honestidad. Cuando el contenido resulta familiar y forma parte de la vida diaria, la conexión no solo se establece, sino que se vuelve inolvidable. Los microinfluencers no solo llegan a las personas, sino que se ganan su confianza. Lo que es cotidiano, espontáneo y genuino permanece más tiempo en la mente y el corazón de las personas. Porque aquí, lo que se produce puede llamar la atención, pero lo que es real despierta emociones. Y esa emoción es la que convierte.
En Guatemala, hemos encontrado una comunidad diversa de microinfluencers que se destacan por su contenido auténtico y fácil de identificar con profundas raíces locales.
Lo que realmente conecta aquí es lo que parece real: desde recetas tradicionales caseras hasta historias honestas de emprendimiento, contadas sin filtros ni lujos.
Los microcreadores guatemaltecos entienden que el verdadero valor radica en mostrar la vida tal como es, y eso es lo que hace que su impacto sea tan poderoso. Un buen ejemplo es Pao Sánchez, que ha creado una sólida audiencia latinoamericana gracias a su estilo de vida genuino y espontáneo. Precisamente este contenido de la vida real, basado en las rutinas diarias, el tono identificable y la experiencia en vivo, es lo que ha atraído a marcas como Banco Cuscatlán, Remington, Pandora y Warner Bros, que reconocen su capacidad para convertir productos de forma natural en contenido que realmente resuene.

Otra historia de éxito local fue la de una marca de bebidas orgánicas que entró en Guatemala, El Salvador y Costa Rica a través de más de 150 microcreadores, generó más de 350 publicaciones no remuneradas en Instagram y aseguró espacio en las estanterías y rotación de productos sin publicidad de pago.
Perspectiva clave: En Guatemala, la autenticidad no es una estrategia, es una forma de contar la vida. El contenido que resuena no trata de impresionar, sino de conectar. Y cuando una historia parece honesta, se convierte en una conversación.
En Ecuador, los microinfluencers han aprovechado una verdad clave: los conocimientos locales son oro. Los momentos que todos vivimos, pero que pocos saben cómo narrar, son los que crean una conexión real.
En un país tan diverso, el contenido que perdura es el que mezcla autenticidad, humor y vida cotidiana. Estos creadores no necesitan grandes producciones. Con un teléfono y mucha verdad, nos hacen reír, reflexionar y compartir. Utilizan el lenguaje de la calle, la familia y el vecindario para contar historias que todos reconocen.
Un gran ejemplo es Josh Paredes, un microinfluencer en ascenso que ha construido una comunidad sólida utilizando guiones cortos y escenarios cotidianos ecuatorianos y latinoamericanos. Gracias a este enfoque orgánico e identificable, marcas como KFC, DFSK (automotriz), Etafashion (venta minorista) y Supermercados Akí ahora confían en su contenido para conectarse de manera auténtica.

Información clave: En Ecuador, el contenido más impactante es el que parece haber sido creado por «uno de nosotros». Cuanto más real, más fuerte es el vínculo, porque aquí, la confianza no se gana con el valor de la producción, se gana con la verdad.
En Ecuador, los microinfluencers con entre 5000 y 20 000 seguidores tienen un promedio de participación de alrededor del 1,28% en Instagram, mientras que los que tienen entre 1000 y 5000 pueden alcanzar alrededor del 3,5%. Cuanto menor sea la audiencia, mayor será la tasa de interacción, lo que demuestra una vez más que la autenticidad supera a la escala.
Empieza por observar y escuchar: identifica a quienes ya hablan de tu marca de forma orgánica y analiza qué tipo de contenido conecta realmente con sus comunidades. No se trata de grandes números, sino de fuertes afinidades. Luego, define los valores, las emociones y los mensajes que quieres transmitir y colabora con micropersonas influyentes que reflejen esa misma esencia.
El secreto es construir relaciones genuinas, no imponer guiones. Ten claros tus objetivos, pero deja espacio para que el creador aporte su voz, estilo y autenticidad. Piensa en ellos como socios creativos, no solo como canales publicitarios. Y, sobre todo, amplifica su contenido en tus plataformas. De este modo, les darás visibilidad, fortalecerás el vínculo y demostrarás a tu comunidad que son una parte activa de la historia de tu marca.
Recuerda: el 44% de los profesionales del marketing ya prefieren trabajar con microinfluencers debido a su alto nivel de compromiso y rentabilidad.
Latinoamérica no es solo un mercado, es una comunidad diversa, apasionada e impulsada por la conexión. En este caso, los microinfluencers no son solo mensajeros: son parte del vecindario, parte de la conversación diaria.
Su autenticidad, facilidad de identificación y poder de recomendación los convierten en aliados esenciales para las marcas que buscan ir más allá de la publicidad tradicional. De hecho, un estudio de Nielsen descubrió que el 92% de los consumidores confían más en las recomendaciones de las personas que en las de las propias marcas.
En Positive Agency, entendemos que cada país tiene sus propios códigos, idiomas y referencias culturales. Por eso no ofrecemos una fórmula única para todos: aportamos la sensibilidad cultural necesaria para conectar de verdad.
Si estás listo para dirigirte a audiencias reales a través de voces auténticas, estamos listos para crearlo contigo. Demos vida a esa historia.

¡Bueeee, amigos! Entonces, ¿cómo fue el primer Mundial de Clubes? Bueno, fue lo mejor posible, especialmente para la creación de contenido en América Latina.
¿Cómo es posible que un torneo al que nadie prestó atención al principio se convirtiera en uno de los eventos más vistos del mundo y en una plataforma clave para la creación de contenido en la región?
Para averiguarlo, profundizaremos en los memes, las transmisiones, los vídeos y todo lo que dejó esta conversación global de gran impacto, y descubriremos las ideas que muestran cómo los deportes y los negocios digitales van de la mano.

Para empezar a entender el impacto que tuvo este Mundial de Clubes en el ecosistema digital, debemos analizar a DAZN, la emisora que apostó por una estrategia digital innovadora que revolucionó la forma en que se consumía el torneo en América Latina.
La plataforma transmitió todos los partidos en vivo de forma gratuita, rompiendo con el modelo tradicional de pago por visión. Esta audaz medida no solo facilitó que millones de aficionados siguieran la competición, sino que también eliminó las barreras de acceso.
Fue precisamente esta cobertura la que provocó lo que podría considerarse el primer gran tema de conversación del torneo.
Una historia que rápidamente se convirtió en una fuente de memes, vídeos y participación en tiempo real. Tomemos nota de cómo se puede capitalizar una conversación en las redes sociales.

En medio del partido entre el Oporto y el Fluminense, Lola y Marc comenzaron a intercambiar opiniones sobre el partido, algunas de las cuales parecían un poco fuera de contexto. Los halagos mutuos que se dieron en directo fueron la chispa que encendió una divertida conversación en línea, y muchos afirmaron que había habido un coqueteo entre el comentarista argentino y el exfutbolista hispano-mexicano.
La ola de memes, tuits, vídeos y reacciones se convirtió en una oportunidad inmejorable para DAZN y para los propios comentaristas, quienes aprovecharon la ola de popularidad para presentar una imagen más identificable y amigable con las redes sociales durante las transmisiones.
Traducción:
Todo un éxito en términos de audiencia para DAZN y contenido viral: una brillante jugada en tiempo real de Lola y Marc, y una respuesta elegante a quienes creen que el fútbol solo debe consumirse mediante análisis serios y análisis tácticos.
Si hay algo en lo que los latinos somos buenos, es encontrar el lado divertido de todo y saber cómo manejarlo, especialmente en las redes sociales.
Goles, celebraciones, comentaristas o memes: también hubo creadores especializados que vieron el deporte desde un ángulo diferente, más alineado con los negocios.
Un claro ejemplo de ello es el canal de YouTube «El Negocio del Fútbol», que se centró en analizar el impacto económico de la próxima edición del Mundial de Clubes.
Otros creadores como «La Cobra , » Charlie Carrillo , y Danigoals se convirtió en amplificadores de todo lo que sucedía a lo largo del torneo, desde los resultados de los partidos y las puntuaciones de los jugadores hasta las predicciones para cada nueva ronda. Fue una prueba absoluta del poder de atracción que tiene el fútbol en América Latina y de la gran variedad de formatos de contenido que inspira, que van desde el humor y el análisis económico hasta el contenido sobre el estilo de vida.
Además de los comentaristas oficiales, personas influyentes y creadores de contenido de América Latina desempeñaron un papel de liderazgo a la hora de amplificar la experiencia del Mundial de Clubes en el ecosistema digital.
Si hay algo en lo que los latinos somos buenos, es encontrar el lado divertido de todo y saber cómo manejarlo, especialmente en las redes sociales.
Por ejemplo, el streamer argentino Davoo Xeneize, conocido por su pasión por Boca Juniors (xeneize), organizó fiestas para ver partidos, reacciones en vivo y análisis de partidos en sus canales de Kick, YouTube y otras plataformas. Con más de 2 millones de suscriptores en YouTube, Davoo atrajo a decenas de miles de fanáticos para ver los partidos en vivo con él.
Todo este panorama nos muestra que América Latina es uno de los mercados futbolísticos más grandes, apasionados y comprometidos del mundo. El caso de DAZN lo dejó claro:
Cuando se ofrece contenido relevante y accesible, la audiencia latina responde de manera masiva: crea memes, muestra aprecio e impulsa la viralidad. Con un idioma compartido y un rápido crecimiento en todas las plataformas, lo que comienza en un país puede volverse viral en toda la región.
Más de 9,2 millones de personas vieron la transmisión en español solo en los EE. UU. 2,49 millones asistieron a los partidos en estadios de los EE. UU.; Brasil, Argentina y México lideraron la compra de entradas en el extranjero. Y muchas tendencias mundiales comienzan aquí mismo. Invertir en LATAM significa ganar alcance, lealtad y una cultura que convierta el contenido en comunidad.
La huella digital de la Copa Mundial de Clubes 2025 en Latinoamérica muestra cómo esta región convierte los momentos fugaces en narrativas duraderas, mucho más allá del pitido final. Adoptar esta mentalidad permite a las marcas conectarse de manera más auténtica con la audiencia latinoamericana y asegurarse de que su mensaje resuene mucho después de que finalice el evento.
Muchas marcas deportivas aprovecharon su alcance; por ejemplo, Adidas Argentina y Amstel patrocinaron contenido con Lola del Carril debido a su creciente popularidad, mientras que otros patrocinadores invitaron a los streamers a crear contenido durante el torneo.
Esta colaboración entre marcas y creadores impulsó la distribución de contenido en las redes sociales, convirtiendo las noticias y los momentos del Mundial de Clubes en temas virales que se difundieron por todos los rincones de Internet en América Latina.
Al final, la conversación digital del torneo dejó de estar dominada únicamente por las cuentas oficiales de la FIFA o los medios tradicionales, sino que fue creada conjuntamente por una gran comunidad de narradores digitales que llevaron la pasión por el fútbol a Twitter, TikTok, Instagram, YouTube y Kick simultáneamente.
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Cada vez es más difícil sorprender a alguien con lo que vemos en las redes sociales. Afortunadamente, todavía hay técnicas que rompen el molde, como el collage.
Ya sean estáticos, animados o mezclados con objetos físicos, el collage y los medios mixtos están experimentando un renacimiento en las plataformas sociales impulsados por la Generación Z.
Estamos hablando de un estilo narrativo visual que combina ilustración, material de archivo, objetos de la vida real y animación, transformándose en pequeñas películas conocidas como collages de vídeo, intervenciones analógicas en un mundo digitalizado o una combinación de varios elementos que llaman la atención y destacan en un feed saturado.
Analicemos más de cerca el impacto de una técnica que antes parecía reservada para editoriales o arte contemporáneo, y que ahora está lista para usarse en el contenido de marca.
Cada vez vemos más campañas que parecen provenir del mismo mensaje, lo que podría ser una curva normal en el proceso de adaptación de la industria creativa a la IA. (¿Recuerdas cuando todas las marcas publicaban básicamente lo mismo en las redes sociales?).
En medio de ese debate, el collage surge como alternativa. Con su naturaleza imperfecta, recupera el toque humano, los detalles artesanales y la belleza del caos.
Cada pieza es única, no se puede reproducir. Y en estos tiempos de saturación digital, se siente como un soplo de aire fresco.
América Latina no es una excepción al creciente interés por las técnicas alternativas. Cada vez son más los creadores que se toman muy en serio cortar, pegar y digitalizar, no solo como un pasatiempo, sino como un nuevo lenguaje visual.
Estos son algunos de los nombres que vale la pena seguir:
¿Te imaginas una campaña en la que el producto no flote sobre un fondo blanco, sino que pase a formar parte de una escena artesanal, construida con papel, hilos y recortes que se mueven dentro y fuera del marco? ¿O una película en la que, en lugar de gráficos animados genéricos, hay una pequeña historia hecha a mano?
Este tipo de contenido puede:
Conecta con audiencias cansadas de «más de lo mismo».
Algo que nos encanta de esta técnica es que fuerza un paso previo que marca la diferencia: el analógico. Y esa es la clave. Antes de renderizar nada, los creadores juegan con papel, tela, revistas, plastilina y tijeras. Ese proceso físico le da a la pieza una especie de alma que lo digital simplemente no puede reproducir.
En Positive, podemos ayudarlo a:
Según esto Artículo de LinkedIn, en los próximos años habrá una tendencia creciente a valorar el contenido creado por el hombre por encima de la producción artificial.
No se trata de cortar y pegar por el simple hecho de hacerlo. Se trata de contar historias de manera diferente. Porque en un mundo en el que todo empieza a tener el mismo aspecto, atreverse a unir las cosas de una manera nueva puede ser exactamente lo que tu marca necesita.

Todo comenzó como un chisme y se convirtió en una tendencia.
En América Latina, siempre decimos que los chismes no son lo nuestro... ¡pero vamos! No podemos evitar sonreír cuando alguien empieza con el clásico: «¿Escuchaste?» o cuando un amigo se inclina en voz baja para decir: «Tengo chismecito».
Lo mismo ocurre en el mundo digital. Un día, te encuentras debatiendo, riendo y compartiendo memes sobre alguien que apareció en un video viral... alguien a quien probablemente apenas conozcas.
Algunos dicen que no se trata en absoluto de UGC (contenido generado por el usuario), sino de IGC (contenido generado por influencers) o CGC disfrazado (contenido generado por creadores); otros argumentan que aquí simplemente no lo entendemos. Y fue entonces cuando nos dimos cuenta de que, en esta región, muchas marcas aún no lo tienen claro, y eso las pone en desventaja.
UGC son las siglas de User Generated Content: contenido creado por usuarios habituales y cotidianos (no pagados ni presionados por las marcas) que nace de una experiencia genuina.
Piénsalo de esta manera: cuando un cliente sube una foto o escribe un comentario sin pagar nada, se trata de un auténtico UGC.
De acuerdo con Wikipedia, este tipo de contenido ha permitido a los consumidores pasar de ser participantes pasivos a contribuir activamente en las plataformas digitales.
Además, «el contenido generado por los usuarios influye en las compras del 79% de los consumidores, y el 92% confía más en las recomendaciones de los compañeros que en el contenido de marca».
Esto demuestra que sin una comprensión clara del UGC, corremos el riesgo de perder el toque auténtico que realmente impulsa a las personas a actuar.
Si bien en EE. UU. y Europa muchas marcas ya lo incluyen como una parte clave de su estrategia comercial, en América Latina aún persiste la idea de que una correcta ejecución del UGC consiste simplemente en «Te enviaré uno de mis productos para que publiques algo», pasando por alto uno de los vehículos promocionales más importantes para generar conciencia en los canales digitales.
Ya sea por la falta de conocimiento de las propias marcas o por la falta de orientación por parte de sus agencias, el proceso creativo para desarrollar una campaña de UGC suele carecer de KPI claros, variedad en los ganchos de entrada, una edición adecuada por parte de la agencia, una optimización de los formatos para su colocación en los medios o incluso la comprensión básica de que un creador de UGC debe saber si su contenido se promocionará o no, y durante cuánto tiempo.
Como @mila_posada señala en este vídeo:
En América Latina, solo el 37,7% confía en las publicaciones patrocinadas, una cifra que se alinea estrechamente con la de Europa y EE. UU., donde el promedio ronda entre el 35 y el 39%, según este datos de Single Rain.
Por el contrario, un UGC bien ejecutado —del tipo que parece provenir de una persona común— tiene un poder de conexión mucho mayor que el de un influencer con todos los recursos de producción a su disposición.
Por otro lado, según un informe global, se espera que el mercado de marketing de UGC crezca desde De 6 700 millones de USD en 2024 a 132 700 millones de USD en 2034, con una tasa compuesta anual del 34,8%.
Esta es una señal clara de que nuestra región aún no está sincronizada con lo que viene.
Este es el gran problema: mucha gente llama «UGC» a cualquier cosa si se trata de un vídeo con una buena edición, una buena iluminación y un toque de cámara, cuando en realidad se trata de contenido de marca de pago o de obras de influencers disfrazados. No es que estas producciones sean malas o menos eficaces, sino que dan lugar a graves malentendidos:
Este vídeo de @yuyo .dice de hecho, puede ayudarnos a entender las diferencias de comunicación entre uno y otro.
Estas siglas están en todas partes, pero es importante mantenerlas claras:
Según Territory Influence: «El UGC se nutre de la autenticidad y la comunidad, mientras que el IGCL aprovecha la influencia y la creatividad de las personas con una presencia online establecida».
Entonces, ¿cómo deben abordarse estas diferencias en una campaña dirigida por una agencia de marketing? Este vídeo de @theinexperLo explica:
Estas siglas están en todas partes, pero es importante mantenerlas claras:
En Positive, no solo entendemos las diferencias entre UGC, IGC y CGC, sino que también las aplicamos de forma estructurada en cada campaña. Esto nos permite diseñar estrategias en las que cada tipo de contenido cumpla su función exacta, aumentando la autenticidad y maximizando los resultados. De esta manera, ayudamos a las marcas internacionales a llegar de manera orgánica al mercado latino, conectando con las audiencias a través del idioma, los códigos y la cultura que realmente las emocionan.
Ponte en contacto con nosotros y empecemos a hablar el mismo idioma

¡Perú es clave! Lo ves en cada publicación, en cada meme viral y en cada logro que hace ruido en todo el mundo, desde la gastronomía hasta los videojuegos. Lo que comenzó como una broma de TikTok se ha convertido en un grito de orgullo nacional, y la visita del streamer estadounidense iShowSpeed a Lima lo demostró: no solo estuvo con personas influyentes locales, sino que incluso lo nombraron «alcalde durante dos horas» y lanzó un salto acrobático desde el balcón municipal que se hizo viral. A partir de ese momento, los medios de comunicación y las comunidades en línea se hicieron eco de la frase con fuerza:
decir «Perú es clave» ya no es solo un meme, es la manera de gritar «¡Viva el Perú!» al mundo.
¿Ya votaste por el pan con chicharrón? ¡Date prisa, la final ya casi está aquí!
Es el grito que resuena en todas partes: en las redes sociales, en las noticias e incluso en las calles, sin importar la marca o el sector.
El auge digital de Perú se ha visto impulsado por momentos virales como el meme «Perú es clave», la visita de iShowSpeed y, sobre todo, el Breakfast World Cup de Ibai Llanos. En este torneo en línea, Perú lo aplastó con más de 8,1 millones de votos a favor de su pan con chicharrón y tamal, derrotando a Ecuador y posicionándose a nivel mundial. La expectación fue tan grande que los políticos, los medios de comunicación y las marcas locales se sumaron, y Gamarra, el mayor centro de ropa del país, incluso lanzó camisetas personalizadas con motivo del concurso. Este evento no solo despertó el entusiasmo de los ciudadanos, sino que también consolidó la gastronomía peruana como un verdadero ícono de marca nacional en Internet, demostrando su enorme poder de atracción y alcance internacional.
Porque Perú no solo tiene el mejor restaurante del mundo... ¡probablemente también tenga el mejor!
Su hijo se sienta en su regazo, usted enciende la chimenea, sus ojos se nublan y comienza a contar la historia. Si Perú alguna vez fue clave para el mundo, ahora es clave para todo el universo digital. El auge de los jugadores también tiene un rostro peruano: en agosto de 2025, el equipo Perú Unite hizo historia al proclamarse campeón del Campeonato Mundial Pokémon UNITE en California, lo que lo convirtió en el primer equipo latinoamericano en alzar el trofeo mundial tras derrotar por 3-1 a los favoritos japoneses, la División Zeta. «Quiero decir, ganamos a los creadores del juego.
El logro de estos cinco jóvenes peruanos fue celebrado como un motivo de orgullo nacional y reconocido por medios internacionales como Infobae y Yahoo News, que destacaron cómo «conquistaron el Campeonato Mundial... asegurándose el trofeo más importante de la franquicia para la nación sudamericana».
La frase «Perú es clave» se volvió viral una vez más, ya que el torneo reunió a más de 25 000 asistentes en vivo en Anaheim y alcanzó casi 1,1 millones de espectadores únicos en línea, con picos de 185 000 transmisiones simultáneas, lo que consolidó la presencia del Perú ante los ojos del mundo.
El propio equipo agradeció el apoyo recibido desde casa, reforzando la idea de que el talento peruano trasciende las fronteras y que el público hispanohablante valora profundamente a sus campeones locales. Y más allá del deporte, esta victoria también impulsó el marketing: las marcas vinculadas a los videojuegos (hardware, telecomunicaciones, bebidas energéticas y más) encontraron en Perú un nicho apasionante y en crecimiento. Combinado con otros hitos como los torneos de videojuegos, las transmisiones masivas y los fenómenos virales, este triunfo posiciona al Perú firmemente en el mapa digital global, lo que demuestra que su cultura en línea no es solo una viralidad pasajera, sino la consolidación de comunidades (jugadores, amantes de la comida y fanáticos de los streamers) impulsadas por una pasión exclusivamente latinoamericana.


Lo que hace que el ecosistema digital de Perú sea único no es solo la viralidad, sino la combinación de tres fuerzas: creatividad, comunidad y velocidad. La creatividad peruana se manifiesta en memes, tendencias y narrativas que se destacan en un océano de contenido global. La comunidad amplifica esas ideas con una energía abrumadora: desde jóvenes que lanzan campañas digitales de forma espontánea hasta marcas locales que se unen hábilmente a la conversación. Y luego está la velocidad: en cuestión de horas, un meme nacido en TikTok puede ser tendencia en X, Facebook e incluso llegar a los medios tradicionales. Este trío explica por qué fenómenos como «Perú es clave», la Copa Mundial con Desayuno o la victoria en el campeonato Pokémon UNITE no son hechos aislados sino síntomas de un patrón más amplio: Perú se ha convertido en un acelerador cultural para la región. Para las marcas globales, esto significa que cualquier acción en este mercado no solo causa sensación a nivel local, sino que tiene el potencial de extenderse a toda América Latina.
Su hijo se sienta en su regazo, usted enciende la chimenea, sus ojos se nublan y comienza a contar la historia. Si Perú alguna vez fue clave para el mundo, ahora es clave para todo el universo digital. El auge de los jugadores también tiene un rostro peruano: en agosto de 2025, el equipo Perú Unite hizo historia al proclamarse campeón del Campeonato Mundial Pokémon UNITE en California, lo que lo convirtió en el primer equipo latinoamericano en alzar el trofeo mundial tras derrotar por 3-1 a los favoritos japoneses, la División Zeta. «Quiero decir, ganamos a los creadores del juego.
El logro de estos cinco jóvenes peruanos fue celebrado como un motivo de orgullo nacional y reconocido por medios internacionales como Infobae y Yahoo News, que destacaron cómo «conquistaron el Campeonato Mundial... asegurándose el trofeo más importante de la franquicia para la nación sudamericana».
La frase «Perú es clave» se volvió viral una vez más, ya que el torneo reunió a más de 25 000 asistentes en vivo en Anaheim y alcanzó casi 1,1 millones de espectadores únicos en línea, con picos de 185 000 transmisiones simultáneas, lo que consolidó la presencia del Perú ante los ojos del mundo.
El propio equipo agradeció el apoyo recibido desde casa, reforzando la idea de que el talento peruano trasciende las fronteras y que el público hispanohablante valora profundamente a sus campeones locales. Y más allá del deporte, esta victoria también impulsó el marketing: las marcas vinculadas a los videojuegos (hardware, telecomunicaciones, bebidas energéticas y más) encontraron en Perú un nicho apasionante y en crecimiento. Combinado con otros hitos como los torneos de videojuegos, las transmisiones masivas y los fenómenos virales, este triunfo posiciona al Perú firmemente en el mapa digital global, lo que demuestra que su cultura en línea no es solo una viralidad pasajera, sino la consolidación de comunidades (jugadores, amantes de la comida y fanáticos de los streamers) impulsadas por una pasión exclusivamente latinoamericana.

América Latina ya no es solo un «mercado emergente». Hoy en día, es un laboratorio cultural y digital que marca tendencias mundiales. Todo este movimiento tiene consecuencias directas para el marketing: demuestra que América Latina, y Perú en particular, se ha convertido en un mercado estratégico y dinámico para cualquier marca global que busque relevancia, donde las tendencias nacidas de los memes, los torneos de videojuegos o los fenómenos virales se difunden rápidamente y despiertan el orgullo nacional.
El logro de estos cinco jóvenes peruanos fue celebrado como un motivo de orgullo nacional y reconocido por medios internacionales como Infobae y Yahoo News, que destacaron cómo «conquistaron el Campeonato Mundial... asegurándose el trofeo más importante de la franquicia para la nación sudamericana».
Unirse a estos movimientos en tiempo real (como hicieron KFC, Bembos o BCP con #PerúEsClave y la World Breakfast Cup) permite a las marcas conectarse emocionalmente con los consumidores jóvenes que priorizan el uso digital, que ya superan el 70% de penetración de Internet y el 90% de acceso móvil en la región.
Además, las campañas que refuerzan las identidades locales (como pan con chicharrón o Perú Unite) mejoran la percepción de la marca país y abren oportunidades en sectores en auge como el comercio electrónico, la tecnología financiera, los juegos y el entretenimiento. El patrocinio de eventos y las colaboraciones con personas influyentes o creadores multiplican el alcance orgánico en un ecosistema en el que la cultura (gastronomía, música, deportes, memes) actúa como una forma exportable de poder blando y en el que la participación auténtica puede superar a las campañas millonarias.
En conclusión, América Latina es ahora un laboratorio cultural global, con Perú como su mejor ejemplo, lo que demuestra que lo digital no solo amplifica las narrativas sino que también fortalece a las comunidades apasionadas, convirtiendo a la región en un destino imperdible para la innovación y el crecimiento de la marca.
En Positive, entendemos que no basta con «estar en las redes sociales», sino que es necesario entender la cultura que las impulsa. Perú y América Latina son un terreno fértil para las marcas que buscan crecer, pero requieren una estrategia para no pasar desapercibidas. Por eso identificamos las ideas locales que pasan a ser globales, como el orgullo gastronómico o la pasión por los videojuegos, y las traducimos en campañas con impacto regional y resonancia internacional. Nuestro enfoque combina la creatividad con los datos, combinando el análisis cualitativo de las tendencias, las comunidades y las narrativas con el seguimiento cuantitativo de las menciones, la participación y el crecimiento de los hashtags para diseñar estrategias que sean medibles y eficaces. Sabemos cómo situar a las marcas de manera auténtica en los fenómenos virales, como hicieron muchos al unirse a #PeruEsClave. Actuamos como un puente entre lo local y lo global, ayudando a las marcas de EE. UU. o Europa a conectarse con el público latinoamericano a través de la confianza y el compromiso real. Y lo hacemos con una comunicación cercana y memorable, creando narrativas que emocionan a las personas, provocan risas, invitan a la participación y convierten a los consumidores en fanáticos. En resumen: Positive te ayuda a aprovechar la ola cultural digital de América Latina para que tu marca no solo sea testigo de lo que está sucediendo, sino también protagonista de las conversaciones que importan.

It’s a fact! Latin America has become the crown jewel for digital platforms. Every day we see apps and brands choosing the region as their next destination, driven by a young, creative population that makes heavy use of social networks.
With mobile internet penetration at 65% and 413 million active users, and 94.2% of the world’s internet users on social media, it’s no surprise that attention is focused on this side of the planet.
The Latin American audience doesn’t just consume; it also creates and shares trends that later go global. Just look at all the creators, online businesses, viral content and social media celebrities coming out of Mexico, Colombia or Argentina to understand why the Hispanic market is so sought‑after today.

TikTok adds 189.7 million users in Latin America, according to Backlinko, which represents 18.29% of its global base and a 32.2% penetration rate among internet users.
YouTube, meanwhile, has more than 500 million monthly active users in the region. The size and engagement of these audiences are so significant that any company with global ambitions will want a slice of the pie. For content producers, the major barrier has always been language, and that’s where automatic translation begins to play a decisive role.
Why does translation become essential? Simple: because most Latin Americans do not speak English.
In Argentina, only 6.52% of the population has a high level, in Colombia the figure is 4.22%, and in Chile barely 9.53%.
The regional average of English proficiency has stabilized in recent years, according to this article from ef.edu, but it remains low for such a connected region. This means that the majority of the Hispanic audience consumes content in Spanish and that, without translation, it is difficult for a video in English to go viral in Bogotá or Lima. Hence the urgency platforms have to break down these language barriers.
Platforms have taken previous steps. For example, in 2016 Instagram launched its “See Translation button, which converts captions and comments into the user’s language.
Twitter (now X) allows posts to be translated by clicking a link below each message, and Google Translate has long been the best friend of many community managers.
These solutions helped to understand text, but they left out audio and video. Until recently, the voice of a creator remained unchangeable; those who didn’t understand the language were missing half the story.

The race to win over the Latin audience isn’t limited to a single app. TikTok and YouTube are the places where people learn recipes, follow tutorials, and discover artists. For any brand, these spaces mean millions of eyes and ears waiting for content that speaks their language.
In light of this, both platforms have made advances in accessibility. TikTok introduced auto captions in 2021 to create automatic subtitles and, in 2022, added translations for captions, descriptions, and stickers. These options appear in the lower left corner of the video and allow a clip recorded in
Mexico City to be understood in Berlin or Seoul. The initial range includes languages such as English, Portuguese, German, Indonesian, Italian, Korean, Mandarin, Spanish, and Turkish, opening the door to a global consumption of Latin content.
Last year YouTube took another step forward: its auto-dubbing feature, launched in December, generates audio tracks in other languages for creators’ videos. The system detects the language, creates dubbed versions that creators can review and delete if they’re not satisfied, and it supports languages like English, French, German, Hindi, Indonesian, Italian, Japanese, Portuguese, and Spanish.
It still sounds a bit robotic, we know, but it reduces the friction of reading subtitles.
The announcement that set this battle on fire came in August 2025. Meta revealed that Instagram Reels and Facebook videos can now be automatically dubbed between English and Spanish, using artificial intelligence that clones the creator’s voice and syncs their lips. According to Adam Mosseri, the goal is to break cultural and linguistic barriers.
The tool lets you activate dubbing at the moment of publishing, review how the audio sounds before sharing, and provides language based stats to know how many views each version receives.
This update can be interpreted in two ways. On one hand, Hispanic influencers will face multiplied competition: any creator in the U.S. or U.K. can automatically appear in Colombian or Peruvian feeds, and algorithms will reward the best content regardless of origin. On the other hand, a brand new route opens for Latin creators: someone in Buenos Aires who never spoke English can now appear on the timeline of someone in Los Angeles with their voice dubbed into English. The language barrier fades and the market expands. It’s no longer enough to just be funny or creative; you’ll have to stand out among thousands of global voices, and as a parcero from Colombia would say, ponerse las pilas with the storytelling.”
Automatic translation is just the first step. Marketing experts remind us that localization and cultural adaptation processes are needed for the message to truly resonate. Localization adjusts content to the idioms and nuances of each country, while transcreation reimagining the idea so that it becomes emotionally relevant creates authentic connections. Without that work, a dubbed video may sound correct but fail to spark empathy; a cuate in Mexico or a pata in Peru will notice when something feel sout of place.
This is where Positive Agency comes in. We are an agency specialized in opening the doors of the Latin American market to brands and companies from other countries.
We understand that translation alone is not enough: you have to adapt the discourse, incorporate local references, and tell stories that connect with your audience’s passions and concerns. If your brand wants to seize the boom of the Latin audience, you need a partner who masters the art of transcreation
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A perspective from Positive Agency on the new protagonism of Latin culture in global marketing.
The year is coming to an end. Christmas lights are already glowing in shopping malls, and among them, that synthetic 80s music—born from MIDI rhythm boxes—blends with what’s coming through my headphones.
As I warm up my coffee and open my laptop to join the first meeting of the day, I think about how everything changes. At the agency, we understand that movement as something natural. Our work is not just to communicate but to read and decode the digital culture of a region as dynamic as Latin America.
In the virtual waiting room, someone has left their microphone on. A Caribbean track seeps in—a mix of percussion and Spanglish that takes me back to the first days of the year, close to my birthday. I don’t have photos on my desk, but one thought pops into my head: “I should’ve taken more pictures.”
Curious title for an album, I think, right as I’m about to join a meeting where images mean everything—and where we’d never think of “throwing them away.”
Musical tastes aside, that coincidence makes me pause. Between metrics, strategies, and deadlines, we sometimes forget why culture matters so much in what we do. Maybe hearing Bad Bunny in the waiting room, while scrolling through Resident Advisor, helped me connect the dots.
When the NFL confirmed Bad Bunny as the headliner for the 2026 Super Bowl Halftime Show, it didn’t just announce a performance—it sent a message to the marketing world.
The Puerto Rican artist, who sings mostly in Spanish or Spanglish, represents a generation that embraces its roots and celebrates cultural identity.
While millions prepare to watch the biggest game of the year, brands are preparing to understand how Latin culture has become the emotional engine of the U.S. market.

Over the past decades, the growth of the Latin audience in the United States has reshaped the country’s consumption map.
Latinos now represent over 20% of the total population (U.S. Census Bureau, 2024) and show one of the fastest-growing rates in purchasing power.
Yet, according to a 2025 study by XR Global source , only 4% of Super Bowl commercials featured Latin talent or cultural references—a figure far below America’s demographic reality. That gap signals a clear opportunity for Latin marketers.
The distance between cultural influence and commercial visibility remains wide—but it’s closing fast.
Bad Bunny embodies that transformation. He’s no longer a “Latin artist succeeding in the U.S. but a global artist redefining
the mainstream, reflecting decades of Latin American culture exported to the world.
For brands, this means an open door to step into the landscape of Latin cultural storytelling—a space that deeply interests us.
In 2025, the advertisers who dominated the Super Bowl conversation—Anheuser Busch, Michelob ULTRA, Lay’s, and Pfizer— did so not only through visual creativity but through narrative authenticity.
Audiences no longer respond to spectacle without purpose; they seek coherence, tone, and cultural rhythm.
In 2026, Spanglish will be the event’s native language.
“Spanglish, Latin aesthetics, and cultural references will no longer be creative winks—they’ll be the first lights of a new era in global communication.”
The challenge isn’t to speak like Latinos, but to speak from a culture that has become collective—and no longer foreign—to the American market.
Advertising has learned that translation isn’t enough.
The next step is to co-create from within culture, not just represent it superficially.
This means integrating Latin talent across every level of the creative chain—from copywriters and art directors to strategists and data analysts—to generate genuine and original campaigns.
That’s the approach we take at Positive Agency.
As a team, we believe cultural identity not only inspires creativity—it defines strategy.
We combine local insight, regional sensitivity, and global execution to help brands connect with audiences through emotion and cultural truth.
Bad Bunny is proof that we’re on the right path. Latin culture is no longer overlooked—it’s the starting point of a new, hyperconnected, transcultural form of communication.
Brands that understand this will stop “including” and start belonging to cultural movements.
According to Think with Google, bilingual consumers process emotions more intensely in their native language.
For the 2026 Super Bowl, using Spanish or Spanglish won’t be a differentiation tactic—it will be a manifestation of cultural authenticity.
In this context, language stops being a code and becomes a form of connection.
The challenge for brands isn’t to “ride” the Latin wave, but to understand that this wave already sets the rhythm of global culture. Brands that grasp this will be closer to what’s now known as cultural leadership.
“In 2026, it won’t be enough to be at the Super Bowl. Brands will need to be in the conversation across their digital ecosystems.”
Before Bad Bunny takes the world’s biggest stage, some brands have already opened the path for Latin culture in U.S. advertising.
Coca-Cola, with its Hispanic Spark campaign, proved that a Latin narrative can coexist with a global brand—authentically and at scale.
T-Mobile has launched bilingual campaigns like #SomosMás spot, designed for Hispanic U.S. markets, celebrating the diversity and resilience of the Latin community. It also maintains T-Mobile en Español and promotions for families living between two cultures.
That narrative consistency has allowed it to build a genuine bond with Latin audiences.
According to Kantar (2024), 64% of Hispanic consumers prefer brands that recognize their cultural identity—an insight T-Mobile has successfully turned into growth. (Source: Kantar North America, Creating Marketing Impact with the Hispanic Community)
These examples confirm the trend: Latin brands are no longer asking for space in the U.S. market—they’re building it themselves.
That sets the stage for Bad Bunny’s performance to be the rule, not the exception.
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That same cup of coffee from the morning still sits on my desk, now a little cold—the moment I enjoy it most, because it means the day is almost over.
With the last sip, I think about how the 2025 Super Bowl proved that the world’s most expensive advertising slot isn’t won by budget, but by cultural purpose.
In 2026, that purpose will speak two languages and resonate across millions of homes that see Latin culture as a shared identity.
At Positive Agency, we believe that taking a strategic and creative stance toward this phenomenon brings us closer to the right path.
That’s our competitive advantage.